SOMOS PARROQUIA SAN SEBASTIÁN: SEMANA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD EN LA PARROQUIA 2016.

Palabras de acogida de la

Santísima Virgen María de

la Caridad en San Sebastián.

“En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel”.

Bien amados de Dios, un año más María, la Virgen de la Caridad se ha puesto en camino no hacia una montaña sino hacia las parroquias de Villarrobledo para visitar a sus hijos e hijas queridísimos.

María, después de visitar a tus hijos e hijas de San Blas, es el turno de los de San Sebastián antes de terminar tu recorrido en Santa María. Con gozo María, tus hijos e hijas de San Sebastián te deseamos la bienvenida entre nosotros, tú la llena de gracias, tú la bendita entre todas las mujeres. Te has ido de tu casa del santuario y has llegado a tu casa de san Sebastián.

Gracias por tu visita que nunca olvidaremos.

Te fuiste corriendo a casa de tu prima no sólo para compartir su alegría de futura madre sino también por compasión. Y así nos enseñas el camino del servicio y también de la misericordia. No te quedaste indiferente a lo ocurrido a tu prima. Le llevaste apoyo, ánimo, la ayudaste en sus trabajos cotidianos. María que sigas mostrándonos este camino del amor y del servicio.

Ayúdanos a visitar y cuidar a nuestros hermanos enfermos, a dar de comer y beber a los hambrientos y sedientos de nuestra parroquia, a dar posada a los peregrinos que pasan por nuestras calles, a vestir a los desnudos que veamos, a redimir a los cautivos de la tristeza, los enclaustrados en la seducción de la bebida y la droga, los asfixiados por la amoralidad que no distinguen el bien del mal, los aprisionados en la angustia por falta de medios económicos y humanos, los dominados por las ideologías que defienden su verdad y no la verdad , ayúdanos a perdonar las ofensas de las demás porque sabemos que perdonar es cuestión de un primer pequeño paso y, a veces, cuánto cuesta darlo. Oh Virgen de la Caridad, que no nos quedemos clavados en la cruz del rencor.

Ayúdanos a consolar a los tristes de nuestro entorno, Consolar no solamente alegrándolos sino, como Jesús lo hizo, compartiendo la misma vida e incluso morir. María ayúdanos a sufrir con paciencia los defectos de nuestro prójimo al igual que tu hijo aguantó los nuestros.

En los Evangelios, apareces tú María como una persona muy callada. Y la Sagrada Escritura dice que "La persona prudente es de pocas palabras".María nuestra Madre, La llena de Gracias, te gustaba más dejar hablar que hacerlo Tú, pero en lo poco que se te conoce a través de tus palabras,te vemos llena de Sabiduría.

Antes de terminar, quiero recordar aquí algunas de tus palabras que pueden ayudar durante esta semana y, por qué no, a lo largo de su vida a tus hijos e hijos de Villarrobledo, en especial a los de San Sebastián.

PRIMERA PALABRA es cuando el Ángel te anunció que vas a tener un hijo. Tú le preguntaste:"¿Cómo será esto? Pues no conozco a varón

SEGUNDA PALABRA escuando el Ángel te explicó que sería por obra del Espíritu Santo, tú le contestaste: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra. Era tu plena aceptación a la voluntad de Dios.

TERCERA PALABRA escuando fuiste a visitar a tu prima Isabel, ésta te saludó emocionada y tedijo: “Dichosa tú porque has creído.Se cumplirá todo lo que Dios te ha prometido. “tú le contestaste con el más bello himno de acción de gracia que existe: “Proclama mi alma la grandeza del Señor. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador; Porque ha mirado la humillación de su esclava, desde ahora me felicitarán todas las generaciones.

CUARTA PALABRA: " No tienen vino"La última palabra que dijiste, fue en las Bodas de Caná. Tú como inteligente mujer te diste cuenta de que se iba a acabar el vino y la fiesta se echaría a perder. Llamaste a tu Hijo y le comunicaste lo que estaba pasando. “No tienen vino". Sabías tú que a Jesús nada le era imposible. Y dijiste a los sirvientes:" Haced lo que Élos diga".

María, Virgen de la Caridad, en éstas sencillas palabras nos muestras tus virtudes que debemos imitar: prudencia, en tu primera palabra, le pides al Ángel que te explique cómo va a suceder todo; en la segunda palabra nos muestras que siempre tenemos que pedir que se haga la voluntad del padre y no la nuestra. Esta oración es la que más agrada al Señor. En la tercera das gracias al Señor, también nos pides a nosotros que agradezcamos todos los momentos a Dios, los alegres los tristes y demos gracias por todo lo que a diario nos da. En la cuarta palabra, te muestras como mediadora entre Dios y los Hombres. Cada vez que intercedes tú por nosotros al Padre, Jesús vuelve a repetir el " Milagro de Caná"; Pero también nos enseñas a nosotros que hagamos todo lo que el Señor nos pide. Por ello, por todo ello, Santa María de la Palabra, Virgen de la Caridad, Virgen de la Escucha y de la Plegaria, ruega por nosotros. Amén.

¡VIVA LA VIRGEN DE LA CARIDAD!