"Alegrémonos todos al celebrar la fiesta de la Virgen de la PAZ.
Su imagen es hoy el centro de nuestras miradas, como lo ha sido de cuantos nos precedieron.
Ella preside la vida de nuestra comunidad parroquial.
La llamamos VIRGEN DE LA PAZ; con esta advocación, que es fruto de la PAZ que CRISTO comunica después de su RESURRECCIÓN; le pedimos, en esta celebración, que siembre en nuestros corazones esa misma PAZ, para que sepamos comunicarla al Mundo, en nuestros ámbitos de cada día, que en medio de "un Mundo, dividido por las guerras y las discordias, seamos instrumento de unidad, de concordia y de PAZ".
En las letanías del santo Rosaario, la invocamos como "Reina de la PAZ", así pues, ponemos bajo su manto a los cristianos que sufren persecución en sus países, que sepan guardar todas sus vivencias en su corazón como María guardaba todas las de su hijo y así crezca su testimonio ante todos
Con todo esto, demos gracias a Dios por tan buena Madre.
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