SAN SEBASTIÁN, 50 AÑOS DE PARROQUIA

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Lugar de oración, encuentro, proyectos, ilusiones...

domingo, 11 de diciembre de 2016

VIGILIA DE LA INMACULADA 2016

VIGILIA DE LA INMACULADA 2016



            Con esta vigilia estamos inaugurando la Misión Diocesana. Hasta ahora hemos informado en las parroquias, se han constituido los grupos, se ha formado a los colaboradores, se ha realizado algún gesto, como la entronización de la Palabra, se han aportado ideas…
            Para esta celebración hemos decidido (como Diócesis) poner la mirada en María. ¿Por qué? ¿Qué vemos en ella?
*Contemplamos su VOCACIÓN. Fue llamada por Dios para una MISIÓN única y concreta, pero, a la vez, vivió intensamente el DISCIPULADO. Fue maestra y discípula de su Hijo. Y nos enseña a nosotros a ser discípulos fieles de Jesús.
*Acogió el Espíritu Santo como nadie.
*Y, aunque no tiene el título de apóstol, sin duda realizó el mejor APOSTOLADO: fue TESTIGO vivo y fiel del Evangelio.
*Fue columna de la Iglesia naciente. Ayudó a sostener la          fe de los discípulos en los momentos más difíciles.
            Hacemos ahora un recorrido por sus ACTITUDES EVANGELIZADORAS:

Cariño y ternura, calidez de hogar, Espíritu, humildad, contemplación, prontitud y justicia.





VIGILIA DE LA INMACULADA


CANTO:
Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va.
Ven con nosotros al caminar Santa María ven (BIS)
Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.




Monición (S. Blas)
     Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo, y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu de la nueva evangelización. Vamos a orar con María y a María para que su testimonio de escucha, su estilo de evangelización desde la pequeñez, nos orienten en nuestra Misión Diocesana que hoy comenzamos.


Del Santo Evangelio según San Lucas (Juan.Miguel)
      En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
     El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.
Reflexión y silencio (Santiago Bermejo)
Estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia
(Sta. María) Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño.
Canto: Hoy he vuelto Madre a recordar, cuántas cosas dije ante tu altar, y al rezarte puedo comprender, que una madre no se cansa de esperar, que un madre no se cansa de esperar.
(Sta. María) En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes.
Canto: Proclama mi alma la grandeza del Señor (bis). Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador. 
(San Blas) Mirándola descubrimos que la misma que alababa a Dios porque «derribó de su trono a los poderosos» y «despidió vacíos a los ricos» es la que pone calidez de hogar en nuestra búsqueda de justicia.
Canto: Junto a ti María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente lléname de paz. MADRE…
(S. Blas) Es también la que conserva cuidadosamente «todas las cosas meditándolas en su corazón». María sabe reconocer las huellas del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también en aquellos que parecen imperceptibles.
Canto: Quiero decir que sí como Tú María, como Tú un día como Tú María. 
(S. Sebastián) Es contemplativa del misterio de Dios en el mundo, en la historia y en la vida cotidiana de cada uno y de todos.
Canto: Quiero entregarme a Él como tú María, como tú un día, como Tú María. 
(S. Sebastián) Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás «sin demora».
Canto: Quiero seguirle a Él como Tú María, como Tú un día como Tú María.

Silencio y gesto.
La Estrella de la nueva Evangelización
(Sta. María) Virgen y Madre María, tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir nuestro «sí» ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús. Para que también nosotros digamos «sí» a la llamada al discipulado que nos hace Jesús. R. Ruega por nosotros
(S. Sebastián) Tú, llena de la presencia de Cristo, llevaste la alegría a Juan el Bautista, haciéndolo exultar en el seno de su madre. Tú, estremecida de gozo, cantaste las maravillas del Señor. Tú, que estuviste plantada ante la cruz con una fe inquebrantable y recibiste el alegre consuelo de la resurrección, recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu para que naciera la Iglesia evangelizadora. Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida que vence a la muerte. Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don de la belleza que no se apaga. Por todos los Agentes de Pastoral que animarán y llevarán a cabo esta Misión Diocesana. R. Ruega por nosotros
(S. Blas)  Tú, Virgen de la escucha y la contemplación, madre del amor, intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo, para que ella nunca se encierre ni se detenga en su pasión por instaurar el Reino.  Por nuestro Obispo, los sacerdotes y diáconos, los miembros de la vida religiosa, para que renueven y fortalezcan su vida espiritual y así puedan acompañar R. Ruega por nosotros  
(HV) Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz. Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén. Aleluya. Por los más pobres y débiles, por los enfermos y desanimados, para que la fe en tu Hijo nos haga a todo más com-pasivos y misericordiosos. R. Ruega por nosotros.

(Santiago Bermejo) Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización. Le rogamos que con su oración maternal nos ayude para que la Iglesia llegue a ser una casa para muchos, una Madre para todos los pueblos, y haga posible el nacimiento de un mundo nuevo.

CANTO: AVE MARÍA

Ave María,  Ave María, Ave María, Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
El Señor es contigo, bendita entre las mujeres
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús,
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Ave María, Ave María, Ave María, Ave María
Santa María, madre de Dios,
Ruega por nosotros, pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén,
Ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
Ave María, Ave María, Ave María, Ave María


Oración de la Misión

Señor Jesús, hijo de Dios y hermano de la humanidad,
danos, como a tus discípulos, el Espíritu Santo,
fuerza de Dios y aliento de eternidad,
para que seamos en medio de nuestro mundo
fermento del Reino y testimonio de tu amor.
Por la intercesión de
la Virgen santa,
inspira, anima y haz fecunda
la misión diocesana de la Iglesia de Albacete,
para que sus frutos de fe y caridad sean tan abundantes
como sinceras e ilusionadas son nuestras motivaciones.


(Santiago Bermejo) A la Madre del Evangelio viviente le pedimos que interceda para que esta invitación a una nueva etapa evangelizadora sea acogida por toda la comunidad eclesial. Ella es la mujer de fe, que vive y camina en la fe, y «su excepcional peregrinación de la fe representa un punto de referencia constante para la Iglesia». Hoy fijamos en ella la mirada, para que nos ayude a anunciar a todos el mensaje de salvación, y para que los nuevos discípulos se conviertan en agentes evangelizadores. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Bendición.

Himno a la Virgen de la Caridad

Salve gritemos, salve,
Reina y Señora de misericordia
Madre de bondad,
Madre eres Tú dulzura y esperanza
de este pueblo que es tuyo y te alaba.
Puesta en Ti toda entera su confianza
Villarrobledo te implora
Villarrobledo te implora
Madre, Madre de la Caridad.
Eres su Madre su Reina y su Señora
De tus hijos de tu pueblo ten piedad (bis)









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